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  • Foto del escritorLaura Castellanos

La terapia holística y la importancia de nuestro cuerpo

Actualizado: 25 may 2020

Cuando hablamos del enfoque holístico en psicoterapia nos referimos a que trabajamos con la persona que acude a terapia como un todo, no sólo como la simple suma de sus partes.

Las personas estamos fragmentadas en partes, desintegradas, disociadas. No nos percibimos como un todo, sino que solemos mirar nuestras partes de manera separada. En psicoterapia, consideramos que la necesidad de integrarnos es terapéutica. El reencuentro entre nuestras partes facilita la coherencia y el reencuentro con nosotros.

Por ejemplo, si tengo un trabajo de atención al cliente y estoy atravesando una situación personal dolorosa o triste, tendría sentido dejar a un lado mi estado emocional cuando voy a trabajar y sonreír a los clientes. El problema viene cuando no podemos quitarnos esa careta sonriente y nos identificamos con ella, olvidando así nuestro verdadero sentir.



En la primera sesión informativa con mis pacientes, a menudo explico que siempre trabajamos integrando mente, cuerpo y emoción.

Parece que estamos más familiarizados con nuestro estado mental y estado emocional, pero ¿qué pasa con lo corporal? Algunas personas se descolocan un poco cuando vienen al psicólogo, asociando este espacio únicamente al diálogo; sin embargo, yo insisto en trabajar desde el cuerpo.

Trabajar en terapia la escucha, el conocimiento y la atención a nuestro cuerpo es importante por múltiples razones:

  • El cuerpo nos da muchísimas señales inequívocas de cómo estamos.

  • El cuerpo es una herramienta maravillosa para atravesar cualquier estado emocional.

  • Para que el trabajo sea coherente, no puede quedarse solo en el diálogo, hay que sentirlo, actuarlo, corporalizarlo.

Las personas somos cada vez más conscientes de la relación que hay entre lo que sentimos, pensamos y percibimos en el cuerpo. Incluso vamos viendo la relación de lo que nos pasa a nivel emocional y mental con nuestros síntomas a nivel corporal, como tensiones musculares, bruxismo, problemas en el estómago, en la piel, etc.

Cuanto más atendemos y nos enfocamos en ver estas relaciones, más nos vamos conociendo. Y eso es siempre uno de nuestros objetivos en terapia.

Frente a un paciente con ansiedad, trabajaremos simultáneamente:

  • A nivel mental: pensamientos anticipatorios, repetitivos, esquemas mentales, etc...que puedan estar provocando ansiedad en el paciente.

  • A nivel emocional: cómo se siente el paciente en diferentes situaciones, cómo se expresa, qué hace, cómo gestiona lo que siente. Exploramos diferentes maneras de manejar las emociones.

  • A nivel corporal: manejo de la respiración y sensaciones asociadas a la ansiedad. Facilitamos movimientos, estiramientos o posturas que ayuden al paciente a sentirse mejor.

Así, el trabajo es más completo, profundo e integrador.



Laura Castellanos


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